El 9 de febrero de 1969, el músico Russell Hunter experimentó lo que el denominó un fenómenos sobrenatural en la vieja casona que rentaba. Aunque la historia del fantasma del niño, cuyos restos mortales se localizaron enterrados en dicha propiedad, es ciertamente un engaño, éste hecho tuvo el feliz resultado de inspirar una grandiosa película del género de casas embrujadas, The Changeling (1980). George C. Scott interpreta a un compositor viudo, que siguiendo el cliché de muchos otros habitantes de casas con efectos paranormales, adquiere un maravillosa propiedad a un precio irrisorio, para darse cuenta después de los motivos de la ganga. El misterio detrás de esta construcción peca de ser excesivamente complejo y hasta un poco ridículo, sin embargo el filme tiene una excelente atmósfera tenebrosa y tomas visuales destinadas a ser reproducidas en el futuro por otras producciones alusivas (como podría ser The Conjuring).
Esta propiedad no es adecuada para ser habitada, nadie está capacitado para vivir en ella, de hecho la casa odia el ser humano.
The Changeling
1980
Productora: Universal Pictures
Dirección: Peter Medak
Auxiliares: Fred Frame, Fiona Jackson, Irby Smith
Dirección artística: Reuben Freed
Producción: Garth Drabinsky, Joel B. Michaels
Guion: William Gray, Diana Maddox
Música: Rick Wilkins
Cinematografía: John Coquillon
Montaje: Lilla Pedersen, Lou Lombardo (supervisor de edición)
Elenco: George C. Scott, Melvyn Douglas, Trish Van Devere, John Colicos, Jean Marsh, Barry Morse, Madeleine Sherwood
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