El 26 de marzo la Organización de las Naciones Unidas promulgó la Convención de Armas Biológicas, para prohibir el uso de las mismas en combate. Es probable que los delegados de la ONU hayan visto The Omega Man (1971), en la cual una guerra biológica devasta a la humanidad, convierte a los pocos sobrevivientes en vampiros y deja a Charlton Heston merodeando en derredor de Los Ángeles como el último ser humano sobreviviente. De las diversas adaptaciones de la novela de Richard Matheson, I Am Legend, ésta es con mucho la más divertida. Heston se apoltrona en su departamento, convertido en barricada, embozado en un elegante esmoquin aterciopelado, observando Woodstock en una sala cinematográfica abandonada para divertirse y en un esfuerzo por salvar a la raza humana, transporta un frasco con sangre humana para entregarlo a su novia afroamericana con el diálogo: "Querida, es sangre genuina, anglosajona de grado 160". Es probable que con estas escena en mente habría sido mejor dar por concluida la civilización en la década de los 70 y mantener congelado el cuadro por siempre en este estado maravilloso y divertido.
Estás descartado, eres la escoria del pasado.
The Omega Man
1971
Productora: Warner Bros
Dirección: Boris Sagal
Producción: Walter Seltzer
Guion: John William Corrington, Joyce Hooper Corrington, basada en I Am Legend de Richard Matheson
Música: Ron Grainer
Cinematografía: Russell Metty
Montaje: William H. Ziegler
Elenco: Charlton Heston, Anthony Zerbe, Rosalind Cash, Paul Koslo, Eric Laneuville, Lincoln Kilpatrick, Jill Giraldi
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