El 20 de abril, día de los gemelos, recordamos que el cine de horror nos ofrece una enorme cantidad de producciones en que los gemelos y mellizos son los protagonistas. Como opción divertida, revisemos Dead Ringers (1988). En esta película de David Cronenberg, con una excesiva explotación de su estilo, Jeremy Irons representa a Elliot y Beverly Mantle, un par de gemelos idénticos, ambos ginecólogos, que comparten ideas muy particulares acerca del sexo, el cuerpo y los límites personales. Ambos seducen y comparten mujeres, intercambiando sus identidades con o sin consentimiento mutuo, hasta que Beverly se enamora y coloca en jaque su precario equilibrio entre hermanos. Es claro desde el inicio que nada terminará bien, pero todo se vuelve marcadamente incierto cuando ambos comienzan el diseño de "herramientas ginecológicas para mujeres mutantes". Citando a Chejov, ¿Hacia dónde se dirige una historia cuando en la primera escena se cuelga en un muro una herramienta ginecológica para mujeres mutantes?
Con frecuencia he pensado que deberían existir concursos de belleza para el interior del cuerpo.
Advertencia para personas susceptibles: Violencia y acoso sexual, violación por decepción y los peores exámenes ginecológicos imaginables.
Dead Ringers
1988
Productoras: Rank Organisation
Telefilm Canada
Morgan Creek Productions
Dirección: David Cronenberg
Producción: Marc Boyman, David Cronenberg
Guion: David Cronenberg y Norman Snider, basado en la novela de Bari Wood y Jack Geasland
Música: Howard Shore
Cinematografía: Peter Suschitzky
Montaje: Ronald Sanders
Vestuario: Denise Cronenberg
Elenco: Jeremy Irons, Geneviève Bujold, Heidi von Palleske, Barbara Gordon, Shirley Douglas, Stephen Lack, Nick Nichols, Lynne Cormack
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