El 10 de junio de 1915 se proyectó por vez primera una película en tercera dimensión, usando el filtro anáglifo rojo-verde, el cual sería el estándar por varias décadas. No fue sino hasta 1950 que esta tecnología se volvería popular, es obvio decir que se convirtió en una herramienta recurrente en las películas de horror, por ejemplo en la producción del clásico House of Wax (1953). El genio escultor en cera, interpretado por Vincent Price, sufre una traición, lo que sigue es un tropo recurrente en los personajes de Vincent Price, pues el escultor se convierte en un asesino loco, que recubre con cera el cuerpo de sus víctimas para crear sus nuevas piezas maestras. Hay escenas en donde se abusa del truco de la tercera dimensión, al arrojarse objetos hacia el público sin ninguna justificación. Sólo falta mencionar que este filme es un refrito de la veloz película de suspenso Mystery of the Wax Museum, de 1933, la cual también recomendamos de modo amplio.
¡Ellos siempre quieren un cuerpo!
House of Wax
1953
Productora: Warner Bros
Dirección: André de Toth
Dirección artística: Stanley Fleischer
Producción: Bryan Foy
Guion: Crane Wilbur, basado en The Wax Works de Charles Welden
Música: David Buttolph
Maquillaje: Gordon Bau
Cinematografía: Bert Glennon, J. Peverell Marley, Lathrop B. Worth
Montaje: Rudi Fehr
Elenco: Vincent Price, Frank Lovejoy, Phyllis Kirk, Carolyn Jones
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