El 24 de septiembre es el día mundial del gorila, la película King Kong (1933) fue un factor clave en la construcción del mito del gorila como un monstruo violento, pero difícilmente podemos culpar a este grande animal por estar enojado. Un grupo de sórdidos cineastas lo secuestran y alejan de su isla habitada por dinosaurios y lo arrastran hasta la gran ciudad para exhibirlo de manera comercial, una historia que muchos debutantes de Hollywood conocen perfectamente bien. Fan Wray es la única persona que es amable con el animal y al final la que es tachada de responsable de la muerte de Kong. En ocasiones no se puede predecir el destino cuando se abre la compuerta gigante de madera una mañana.
Kong, la octava maravilla del mundo.
King Kong
1933
Productora: RKO Pictures
Distribución: Radio Pictures
Dirección: Merian C. Cooper, Ernest B. Schoedsack
Producción: Merian C. Cooper, Ernest B. Schoedsack, David O. Selznick (Productor ejecutivo)
Guion: James Creelman, Ruth Rose, basdo en la historia de Merian C. Cooper y Edgar Wallace
Música: Max Steiner
Cinematografía: Edward Linden, J.O. Taylor, Vernon L. Walker
Montaje: Ted Cheesman
Vestuario: Walter Plunkett
Efectos especiales: Willis O'Brien
Elenco: Fay Wray, Robert Armstrong, Bruce Cabot, Frank Reicher, Sam Hardy, Noble Johnson, Steve Clemente, James Flavin