El 8 de julio es el día de volver a ser niño, para ello sugerimos revisar The Lost Boys (1987) que nos lleva hasta la tierra del nunca jamás en California. Los hermanos Jason Patric y Corey Haim se mudan a Santa Clara (que se localiza en un retiro de playa y pueblo hippie en Santa Cruz, en donde se filmó la película), en donde únicamente encuentran el sitio inundado de más jóvenes atractivos, entre los que se incluyen al segundo Corey, todos ellos vampiros juveniles extremadamente sexuales y malos. La decisión es difícil para los héroes de la película, pues deben decidir entre unirse a sus núbiles romances vampíricos que ofrecen la vida eterna o por el contrario sumar fuerzas con los caza vampiros locales. Como quiera que sea, es una clásica producción cursi y sentimental de la década de los ochenta, la cual sobresale por incluir una de las más grandiosas líneas finales en la historia de la cinematografía.
One thing about living in Santa Clara I never could stomach: all the damn vampires. (El detalle indigerible respecto de habitar en Santa Clara es la horda de malditos vampiros).
The Lost Boys
1987
Productora: Warner Bros
Dirección: Joel Schumacher
Producción: Harvey Bernhard, Richard Donner
Guion: Janice Fischer, James Jeremias, Jeffrey Boam
Música: Thomas Newman
Cinematografía: Michael Chapman
Montaje: Robert Brown
Elenco: Jason Patric, Kiefer Sutherland, Corey Haim, Corey Feldman, Jami Gertz, Edward Herrmann, Barnard Hughes, Dianne Wiest
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