Felipe Ehrenberg, el cine como un salto al vacío.
Después del trabajo de Carlos Amorales y de los Doctores Lakra
y Aldrete, el diseño de esta FICUNAM 2017 es un trabajo colorido del experto artista
experimental Felipe Ehrenber. Retomada de la serie Son UR-gente, la imagen
habla del cruce del muro, tema ahora recurrente en lo político y que se nos
presenta además con un detalle de vértigo. Un paisaje nocturno, cielo plagado
de pequeñas y diminutas estrellas, la palmera que habla del paisaje que remite al
sur del Bravo, pero sobre todo esa pared, que no se ve, metáfora del abismo,
del precipicio, pero sobre todo del salto al vacío.
El hombre que ilustra la imagen ha cruzado, pero además ha
intentado volar, sin embargo la realidad de la gravedad lo lleva a caer, esa
seña, la de lanzarse después del cruce del obstáculo puede representar muchas
cosas, nos remite al Sísifo que repite su ciclo una y otra vez, pero justo en
el momento de mayor impacto, el ir cayendo.
Me gustó la técnica, que es copiada del arte callejero del
esténcil, que permite reproducir un sello en cualquier espacio citadino que
permita albergar a la obra, se llega al sitio, se coloca la malla y rápidamente
tenemos la reproducción con ayuda de la pintura en aerosol, esa idea me hace
concebir que el cine es justo eso, una impronta que cada autor director nos
coloca en la memoria con ayuda de la plantilla de sus películas, ya es cuestión
de cada espectador saltar el muro, atreverse, o no, a lanzarse a esa nada, a
través de la sala de cine, ese espacio insustituible del séptimo arte, que
gracias a Ehreberg engalana ésta séptima entrega de nuestra ya imprescindible cita
anual al Festival Internacional de Cine de la UNAM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario